La primera tocada que tienes con tu banda rock queda en un marcado debut, donde el sueño sigue perdurando dentro de los 26 años de vida Santa Sabina, logrando consolidación para convertirse en una banda de culto de dentro la historia del rock a nivel hispano.

El misticismo y el amor a una de las grandes bandas del rock mexicano fue asistida en el teatro de la ciudad recordando a Rita Guerrero, que durante la noche del viernes sobre le escenario, permaneció de frente un pedestal envuelto en flores haciendo la vibra presente de Rita.

La celebración estaba anunciada; la vida de Rita Guerrero y Julio Díaz era buena conjunción para disfrutar un concierto donde los miembros de la agrupación se presentaban con sus proyectos actuales y manteniéndo el símbolo de la banda homenajeada iluminado durante el concierto.

Siendo las 20:30 horas una atmósfera de sonidos, visuales y pequeños fragmentos de poemas atrapaban los sentidos del público. La fusión de la súper cocina, banda compuesta por Leonel Pérez chelista de Santa Sabina, sorprendió con un pequeño set en donde se hicieron acompañar en un tema por poncho Figueroa.

Pablo Valero se presentaba con su banda de rock Folke Love La Famme, recibida con gran aceptación, el post-punk y electro de Eurídice con Patricio Iglesias en la batería hicieron levantar a los asistentes en un respiro de seguir compartiendo con el resto de los ex integrantes de la mítica banda, Juan Sebastian Lach y Jacobo Lieberman piezas fundamentales dentro de la primera etapa de Santa Sabinas sorprendieron con sonoridades y música experimental.

El rock de Los Jaigüey, liderados por Poncho Figueroa, se llevaron una gran admiración por parte del público. Para el acto posterior las cortinas del teatro caían, el momento especial se hacía más latente, pues después de cuatro años de no tocar como agrupación en el mismo escenario Santa Sabina sale a escena interpretando azul casi morado, la cual fue cantada por todos los asistentes, convirtiendo la noche en un ritual y al recinto en una sola voz, interpretando canciones como “gasto de saliva” y “chicles”, temas que hicieron recordar la voz de labios carmesí, vital, obscura y sensual de una mujer solidaria, que lo demostraba en los ya recordados conciertos masivos que se llevaron dentro de la ciudad de México durante los 90´s.

El concierto de santa sabina fue un breve recorrido de la historia que se gestó a finales de los 80´s frente a una de las voces que será recordada y siempre homenajeada (Rita Guerrero) junto a un niño tambor (Julio Díaz) que fue parte de esta historia.

Poncho Figueroa nos da sus impresiones en una breve entrevista hecha por la resistencia después del concierto. Preguntando

¿Que tan especial fue este concierto para santa sabina?

Fue un concierto espiritual, donde la gente se volvió parte del ritual en un santuario importante para santa sabina.

¿Qué misticismo les transmite el Teatro de la Ciudad ahora que celebran la vida de Rita Guerrero y Julio Diaz? –

Es el refugio por excelencia para Santa Sabina donde el escenario se volvió sagrado para la banda en una existencia profunda de lo que representa el teatro de la ciudad.

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